domingo, 6 de noviembre de 2011

Untill two and two is three.

Solo quería salir a pasear un rato como todos los fines de semana, pero recordé que había prometido que yo también sugeriría lugares y cosas que hacer, así que solo lo solté. Luego de un rato de conversar dijo que iríamos allí, para mi fue genial porque jamás había ido.


Después de un rato llegamos a un lugar algo extraño. Sinceramente, yo estaba totalmente perdida y cada cinco minutos preguntaba "¿dónde estamos? ¿a dónde vamos?", recién ahora me doy cuenta que tan odiosa pude ser en ese momento. Luego de caminar un largo trecho, llegamos al centro del lugar, donde pasaba todo. Particularmente, me sentía como turista porque no entendía nada y estaba realmente desubicada, aunque por tres minutos me invadió un pensamiento de que yo ya había estado ahí antes, de que había caminado por el mismo lugar donde caminaba ahora.


¿A dónde me llevaba? Dimos muchísimas vueltas, yo sabía que buscaba un lugar pero no tenía idea de cual. Me moría de ganas por saber a donde íbamos pero cada vez dábamos más y más vueltas. Para ser sincera, me cansé un poco, pero el hecho de caminar con él a mi lado por lugares que yo no conocía fue demasiado genial y me encantó.


Luego de todo eso, llegó lo mejor. Después de haber caminado, llegamos a un pequeño mirador con vista a la playa, se veía todo azul oscuro con las lineas naranjas en el cielo, las que aparecen justo luego del sunset. Me quedé mirando todo eso como por cinco minutos y luego me abrazó, volteé y vi algo mucho mejor que el mar con el cielo casi oscuro; a él. Solo lo miraba y sonreía, mientras él me abrazaba y me decía las cosas más bonitas que alguien pudiera decir. Todo era tan bonito, pero esas dos palabras que me dijo me hicieron darme cuenta que es el hombre de mi vida, con quien quiero pasar el resto de mis días, porque sé que seré muy feliz a su lado. En esas dos palabras sentí su sinceridad, su cariño, su preocupación y todo lo que siempre me ha dicho pero en un mismo momento. Tan grandes fueron que tuve que aguantar las ganas de llorar, porque en serio quería hacerlo pero pensé que quizás arruinaría el momento. Lo que me pidió con esas dos palabras no lo tuve que pensar, porque ya lo sabía, lo sabía sin saberlo desde un inicio, lo sentía. Esas dos palabras fueron "cásate conmigo".


Ahora entiendo que el amor no es una palabra que se refiere a un sentimiento, el amor es algo tan fuerte y tan delicado a la vez que no se puede describir con palabras, sino con hechos. Gracias por mostrarme lo que es el amor de verdad, y no dudes que yo también lo haré.


Estoy segura que él es. Él es con quien voy a pasar el resto de mi vida, porque él es mi vida.

1 comentario:

  1. No hay palabras para expresar qué tan shockeada me has dejado. Ustedes hacen una parejita tan perfecta!

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